La primera donación de órganos de este año en Chiriquí se realizó en el hospital regional Dr. Rafael Hernández de la Caja de Seguro Social, en David, a una paciente de 44 años, donde sus familiares tomaron la decisión de donar los riñones tras su fallecimiento.
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La procura de órganos lo hizo el personal certificado de este hospital chiricano y luego enviaron los dos riñones, vía aérea, al complejo hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, en la ciudad de Panamá, ya que este nosocomio es el certificado para realizar esta compleja intervención quirúrgica de trasplante.
Dentro del complejo hospitalario está el Laboratorio Nacional de Trasplante encargado de realizar los exámenes de laboratorio correspondientes a fin de determinar la compatibilidad con los cerca de 300 pacientes que se encuentran en la Lista de Espera Nacional para Trasplante, señaló el Dr. Marco Rivero, coordinador provincial de Trasplante en Chiriquí.
Estas prácticas pueden salvarle la vida a otros
El Dr. Reynaldo Ross, urólogo y parte del equipo que le corresponde desarrollar esta tarea de cosecha de órganos, dijo que se trata de una ardua labor contra el tiempo, pero se cuenta con una logística para ejecutarlo y mandar a su destino final, el complejo hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, donde se hace la intervención quirúrgica del trasplante a la persona receptora del órgano, escogido según las pruebas clínicas.
Cuando se da una muerte encefálica en este hospital, nos acercamos a los familiares, como miembros de la Organización Panameña de Trasplante, para ver si desean donar los órganos de su familiar fallecido. Esta donación de órganos se convierte en una alta posibilidad de mejor calidad de vida para las personas que padecen de insuficiencia renal crónica terminal, dijo el Dr. Marco Rivero, coordinador provincial de Trasplante de Chiriquí.
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Por su parte, el Dr. Reinel Camargo, director médico del hospital regional Dr. Rafael Hernández de la CSS en David, manifestó que esto representa una oportunidad de vida para muchas personas que padecen de esta enfermedad terminal. En esta primera cosecha, se enviaron los dos riñones para determinar la compatibilidad con los pacientes que siguen en la lista de espera.
